El Presidente subraya la urgencia de atender a “todos los niños”, especialmente en zonas de guerra y hambruna

El Presidente de la República defendió hoy la urgencia de atender a “todos los niños, sin excepción, en todas las geografías”, especialmente a aquellos más afectados por los “efectos de las guerras, el hambre y la falta de condiciones humanitarias”.

Marcelo Rebelo de Sousa marca el Día Mundial del Niño, que se celebra hoy en Portugal, con un mensaje en la web de la Presidencia de la República, en el que recuerda que “la promoción y defensa de los derechos de los más jóvenes son un deber, independientemente de las fechas conmemorativas”.

“Al saludar a todos los niños que viven entre nosotros, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa subraya la urgencia de cuidar a todos los niños, sin excepción, en todas las geografías, especialmente aquellas donde se sienten más los efectos de las guerras, el hambre y la falta de condiciones humanitarias”, dijo.

Para el Jefe de Estado, el mensaje de este Día Mundial del Niño “debe basarse en el reconocimiento del derecho a la esperanza de un futuro digno para las generaciones más jóvenes, en todo el mundo”.

En Portugal, el Día del Niño se celebra el 1 de junio. Este evento se celebró por primera vez en 1950 por iniciativa de las Naciones Unidas, con el objetivo de llamar la atención sobre los problemas de la infancia y como una forma de reconocer que todos los niños, independientemente de su raza, color, religión, origen social o país de origen, tienen derecho al afecto, al amor y a la comprensión, a una alimentación adecuada, a la asistencia médica, a la educación gratuita, a la protección contra toda forma de explotación y a crecer en un clima de paz y fraternidad.

Oficialmente, el día es celebrado por las Naciones Unidas (ONU) el 20 de noviembre, fecha en la que se aprobaron los Derechos del Niño por la Asamblea General de la ONU en 1959.

En la misma fecha (20 de noviembre), pero de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño, que Portugal ratificó el 21 de septiembre de 1990.